Falta más de una semana, pero tenía ganas de compartirlo ya (para qué disimular a estas alturas). Y es que me hace mucha ilusión volver al Sur. Esta vez me voy con Sara y sus mujeres. Lo haremos el próximo martes 17 de abril y pasaremos la tarde en la Biblioteca Manuel Altolaguirre de Málaga.
Os explico aquí un poco el motivo de mi viaje:
Coincidiendo con el Orgullo 2017, el ayuntamiento de Málaga decidió aumentar la visibilidad y la diversidad literaria dotando de libros con personajes LGBT a sus bibliotecas públicas. Se eligieron dos: uno infantil y otro juvenil. El libro infantil elegido fue Martín y la tarta de chocolate , del sevillano Julián Guerra . En cuanto al libro juvenil, el título seleccionado fue Las mujeres de Sara y la presentación de ambos libros se hará el martes 17 de abril a las 18:30h en la Biblioteca Manuel Altolaguirre.
Se me hace complicado describir la ilusión que siento al ser consciente de que cualquier persona tiene desde hoy mismo a su alcance el libro. Solo acercándose a la biblioteca (a cualquier biblioteca pública de Málaga) y tomándolo prestado. Y es que el papel de las bibliotecas es fundamental en la difusión del saber. Por eso es tan importante que esta difusión alcance a las historias con personajes diversos. A los libros que cuentan vivencias de mujeres que aman a otras mujeres, de familias con dos papás, de personas transexuales o de dos mamás que deciden tener un hijo. Los referentes LGBT en los libros ayudan a una parte de las personas que leen (el famoso «10%») a sentirse menos raras, confundidas o marginadas. Porque aunque no somos raros ni estamos confundidos, la marginación existe y, por ende, la discriminación y la LGTBfobia.
Pero no se queda ahí la cosa, porque lo que más me fascina de todo esto es el hecho de saber que a las bibliotecas también acuden personas jóvenes que pueden encontrarse en situaciones complicadas sobre el descubrimiento de su propia esencia. Chicas y chicos con dudas, inquietudes y sombras que muchas veces no consiguen solventar por sí mismos y solo después de mucho sufrimiento llegan a la conclusión de que son lesbianas, gays, trans, queer, etc… (eso en los mejores casos). Quitándose de este modo un peso enorme cuando son conscientes de ello y empezando a vivir libres desde que se aceptan tal como son. Estoy convencida de que los libros pueden jugar un papel importantísimo en situaciones como estas y por eso quiero aprovechar para agradecer al Ayuntamiento, a las asociaciones y a los colectivos LGBT su apoyo y su lucha para que las estanterías se llenen de color y diversidad.
¡¡¡Gracias!!!