Esta tarde hemos hablado sobre literatura, pero no solo. Hemos compartido experiencias e impresiones. Ha sido maravilloso poder estar sentada junto a compañeros y compañeras tan importantes como Mila Martínez, Óscar Hernández y Fran Roselló, en una mesa redonda moderada por Isabel Montaner.
No voy a mentir diciendo que no lo esperaba, que ha sido una sorpresa o que no imaginaba que me iba a encantar participar en este evento. No voy a mentir. Sabía desde el principio que lo iba a disfrutar. Desde que la Associació Marietes de L’Eliana me propuso participar en este encuentro supe que iba a aprovecharlo al máximo, a aprender y a enriquecerme con cada una de las aportaciones, opiniones e intervenciones de mis compañerXs y del público.
Hoy he aprendido cosas (como aprendo con cada experiencia). He aprendido que escuchar a lXs demás para crecer como persona no tiene límites, nunca hay bastante. He aprendido que la humildad es inagotable e inabarcable, que tiene rostros y nombres propios, que contagia optimismo, emociones y esperanza. He aprendido que jamás hay que rendirse, que juntos hacemos piña, que compartiendo enriquecemos las vivencias y las hacemos poderosas. Que el poder de las palabras va más allá (si hay voluntad) del tiempo y del espacio.
Hoy he aprendido que la voluntad humana es insaciable y fantástica. Que la creatividad, el arte y la pasión por escribir y contar historias es intrínseca a las personas. He aprendido que el compañerismo no entiende de colores, de formas o de tamaños. Que los colores y las letras tienen magia y poder. Un poder que va más allá de lo individual, un poder que va más allá de lo humano y lo físico.
Hoy he aprendido que eventos como el de esta tarde son necesarios porque la cultura es vida, porque las letras y las palabras nos unen, así ha sido siempre. Nos transportan y nos acompañan durante toda nuestra existencia. Nos enseñan, nos empoderan y nos transforman. Nos muestran otros mundos (mejores y peores que el nuestro), otras caras, otras almas y con todo nos alimentamos y crecemos.
Hoy he aprendido que el cambio es necesario y, no me equivoco si afirmo, que ya ha empezado y viene para quedarse.