Nunca fue mía ni de nadie.
Jugaba con las piedras del río. Su larga melena se enredaba, los nudos formaban nidos, y en los nidos dormían pájaros. Cada noche yo salía a buscarla, y cada mañana volvía sin nada. Nada de ella y nada en el alma. Adoraba su pelo verde, sus manos largas y sus ojos fijos, la libertad de sus comisuras que sin motivo alguno se rompían en carcajadas.
Buscaba su pelo verde siempre en el agua, y siempre terminaba ahogándome sin encontrarla. Recogía del suelo trozos del cielo que ella había pintado, y cuando nadie miraba me los tragaba; de uno en uno. Sabían dulces, a nube fresca, a escarcha. Juro que hubiese comido la tierra entera para besarla, pero ella…Ella no era de este mundo.
La he buscado entre los olivos y la hierba mojada, hasta en las auroras boreales de Finlandia, pero su pelo no estaba. Su pelo verde no estaba. Quizá nunca estuvo, quizá no era para mí. No puedo olvidarla.
Aunque hace tiempo los pájaros volaron, todavía hoy sueño con su melena enredada.
Idea original: Daris Great
Precioso!!
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Gracias!
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Hola eleygrey, acabo de descubrirte a través de MagLEs. A partir de ahora te seguiré, me parece muy interesante lo que cuentas. Me ha encantado este pequeño relato. Enhorabuena por tu trayectoria y mucha suerte en ella. Un saludo desde Zaragoza
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Me alegra que te haya gustado el relato.
Y que las voces se expandan y lleguen a todos los rincones. Nos leemos. Un saludo desde Valencia.
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Valencia!! Yo soy valenciana, de PuÇol concretamente. Pero vivo en Zaragoza desde siempre. 🙂 Nos leemos!!
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Qué coincidencia.
El mundo es un pañuelo.
Saludos!! 🙂
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