Esta mañana he fantaseado sobre cómo sería mi vida si las cosas hubieran ido de otra manera. En qué escala de felicidad me encontraría si la situación real, social y cultural de esta país en el que vivo fuera distinta a la que es. Y pensando, pensando he llegado a una conclusión clara: soy feliz, en gran medida, gracias a gente que ha existido y existe con ganas de luchar y de defender la alegría y el derecho de cada unx a ser quien es.
Personas que han decidido que quieren vivir así, mostrando la naturalidad en lo que hacen, diciendo lo que piensan, tengan o no tengan miedo. Jugándose la vida en muchos casos. Gente que no ha querido esconderse más, que ha corrido el riesgo de ser señaladx, acusadx y discriminadx por su condición sexual. Pienso en todas las personas que ya habrán desaparecido y quizá no hayan conseguido, a pesar de todo su esfuerzo, ser realmente felices. Colectivos que han logrado avances para gais, lesbianas, transexuales, bisexuales, intrasexuales y un infinito etcétera, que salen cada día a la calle a reivindicar los derechos que, por el mero hecho de ser personas, ya deberían existir pero no existen.
Gracias a su lucha, a su activismo, a su constancia y transparencia hoy me siento libre, y puedo gritar al mundo que amo a mi mujer, que he podido casarme con ella y formar una familia.
Sé que hay mucha más gente a la que agradecer mi visibilidad, pero ellas también se merecen una entrada propia.
Llegará.
Siempre he pensado que lo que realmente importa es lo que hay en el corazón de las personas. Suerte, ánimo y gracias por mantenerte fiel a tus principios.
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Estoy de acuerdo contigo. Para mi no es sólo lo que realmente importa, sino que es lo que nos mantiene vivos. Pero vivos de verdad. Si algún día perdiera mis principios, creo que perdería mi camino.
Saludos y gracias por tu comentario
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Es un pensamiento/sentimiento que comparto contigo: el agradecimiento a todos los que han hecho que sea posible el nivel de derechos que tenemos ahora. Mujeres que lucharon por que pudiéramos votar, personas de todo tipo y «sigla» del colectivo LGBT+ que se dejaron la piel, piel que precisamente las personas negras hicieron que cada vez importase menos… No sé, muchas veces echo la vista atrás y pienso que hay cosas debería hacer, que debería disfrutar y por las que debería luchar, sólo por lo que otros y otras hicieron para que a mí ahora me sea posible…
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Efectivamente, a veces nos empeñamos en criticar y se nos olvida valorar que hay muchas personas que no pierden la ilusión, que se levantan cada día por defender los derechos de quienes no los tienen (o no los tuvieron, en el pasado) . Por eso pienso que es tan importante recordarlo (recordarlos y recordarlas).
Gracias por pasarte y comentar, Estela. Un abrazo.
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