…NUESTRO MAR.
He vuelto a ver tus ojos al meterme en el agua, y tu piel me ha rozado otra vez. Hasta tu voz he escuchado mientras pronunciabas mi nombre: «¿Estás?».
De nuevo contigo. Te imagino y apareces frente a mi: desnuda, como quiero recordarte, adorable. Siento tus caricias mientras, poco a poco, todo lo que veo se convierte en sal, en inmensidad. Oscuridad que me llena de luz, de vida sin palpitar.
Ahora sí, junto a ti.
Hola te invito seguir mi blog http://ladelibroabierto.wordpress.com/2014/08/07/la-generacion-que-solo-hablo/
Me gustaMe gusta