Y entonces dijo:
—¿De dónde sale ese agua?
—Del cielo y las nubes, ¿de dónde si no?
La niña miró al cielo, y de nuevo, volvió su mirada al angosto mar. Acarició ligeramente su barbilla y se rascó la sien.
—¿Dónde está la gente que vive allí?
—Allí no vive nadie, solo unos pocos animales y plantas.
—¿Y por qué no se dejan ver? ¿Nos tienen miedo, mamá?
—Quizás, hija, quizás.
Texto escrito sobre gavión. En un futuro, quizás, no muy lejano.